miércoles, 27 de abril de 2016

EL HOMBRE QUE NO BESABA A LAS MUJERES P1,2,3

El hombre que no  besaba  a las mujeres





El ruido de un beso no es tan fuerte    como el de un cañón, pero su eco dura más, mucho más. Ningún amor es más verdadero que aquel que muere no revelado.






Viena, 6 de febrero de 1972


             


PRIMERA PARTE





No puedo mencionaros mi nombre, mi origen y, posiblemente, tampoco mi porvenir. Porque por más que lo haga carecería de veracidad. Todo ha cambiado para mí en tan poco tiempo de una manera inesperada y arrolladora... Al punto que yo, un psiquiatra avezado en su oficio y familiarizado con los más extraños delirios humanos, hoy, mi propia vida me parece el más inverosímil de todos.


 Mis años en los hospitales austriacos –los más intensos en mi vida– se han transformado en estos últimos meses en un universo caótico y pleno de una lógica inquietante. ¿Me estoy volviendo loco? No sería raro en un psiquiatra, pero no es así, simplemente trato de ordenar el caos en el que se halla mi existencia. Es una paradoja, pero ahora que sé todo sobre mi pasado, mis progenitores, todo cuando encajaba perfectamente  en mi vida, ahora  es un laberinto y hoy es cuando menos sé de mi, mucho menos lo que voy a hacer en el futuro. No sé, simplemente no lo sé. Déjenme narrarles cómo llegué hasta este punto.





Hasta mis trece años mi existencia era normal. Vivía por la comuna del Mittelland, en un barrio tranquilo de Berna, llamado Gäbelbach. Tenía unos padres cariñosos, un hogar cómodo y pacífico, amigos en el barrio y me conocían casi todos los vecinos.


Mi padre se llamaba Klaus Hüttler, era notario, y mi madre. Ada Strauss, maestra de un kindergarten. No eran diferentes de la mayoría de familias burguesas suizas: besos de bienvenida o despedida, abrazos y regalos en los cumpleaños o luego de alguna tonta actuación escolar en el colegio. Estaba acostumbrado a pedir poco, pues mis padres parecían adelantarse a mis deseos.


Solían mimarme, pero en realidad ahora que los evalúo desde otra perspectiva, me

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